miércoles, 29 de noviembre de 2023

RUTA DEL PADRE HOYOS, SEGUNDA PARTE.



LA RUTA DEL PADRE HOYOS. SEGUNDA PARTE

En mi anterior colaboración compartí con vosotros mis impresiones acerca de la peregrinación que hicimos en agosto, recorriendo los pasos del Padre Hoyos. Únicamente me faltó mencionar la visita a su casa natal en Torrelobatón. En 2016 el Arzobispado se la concedió a la Asociación del Padre Hoyos para su uso y puesta en valor. A partir de entonces se han hecho varias reformas, respetando su estilo original, ambientándola con muebles, cuadros, libros y documentación cedidos por diversos monasterios. 

Todo lo indicado es muy importante en la vida del Beato Bernardo, pero no podemos olvidar la enorme trascendencia de los acontecimientos que tuvieron lugar en Valladolid. Para entender los hechos, tenemos que remontarnos unos años.

Durante el tiempo que estudia Filosofía en Medina del Campo, se produce en Bernardo una maduración interior extraordinaria, Dios le va preparando para su gran misión. En segundo curso pasa la, denominada por San Juan de la Cruz, “noche del espíritu”. Durante este periodo experimenta un gran sufrimiento místico que va purificando profundamente su alma; y deja constancia de ello, ya que escribe en su diario: “Creo que soy el hombre más desgraciado de la Tierra”. Pasada esta etapa, a partir del Día de Pascua de Resurrección de 1729, el Señor se le muestra con unas consolaciones inmensas, que culminan el 15 de agosto de 1730 con la gracia del desposorio espiritual: «Jesús me dijo: “Ya eres mío, y Yo soy tuyo. Tú eres Bernardo de Jesús y Yo soy Jesús de Bernardo”. Sentía como aniquilarse el hombre viejo, y parece como que me revestía del hombre nuevo. Me parecía que, de alguna manera, de los dos, nos hacíamos uno». 

Cursando segundo de Teología en el Colegio de San Ambrosio de Valladolid, hoy Centro Diocesano de Espiritualidad, el 29 de abril de 1733 recibe una carta de su amigo el Padre Agustín de Cardaveraz, en la que le expone lo siguiente: «Estoy confeccionado un sermón para la Octava del Corpus. Quisiera que me sacaras unos datos del libro “Del culto al Sacratísimo Corazón de Jesús” escrito por el Padre Joseph Galliffet». En este libro el Padre Galliffet narra los encuentros de Santa Margarita de Alacoque, religiosa salesa, con Jesús, en los que el Señor le va mostrando los secretos de su Corazón: cómo ama intensamente a los hombres y cómo siente las alegrías y las penas de cada persona. 

El 3 de mayo de 1733 Bernardo va a la biblioteca. Cuando comienza a leer el libro, queda completamente admirado: «Al leer aquello, sentí en mi espíritu un movimiento fuerte, suave, nada arrebatado ni impetuoso, lleno de una paz y una profundidad grandes. Me impresionó tanto que, inmediatamente, fui a la capilla y delante del sagrario le dije al Señor: si en algo te puedo ayudar para esto, cuenta al menos con mis oraciones». 

Al día siguiente, cuando comulga, Dios le confía la misión de su vida. Siente de una manera clara que el Señor le dice: «Quiero, por tu medio, extender la devoción a mi Corazón en toda España y comunicar a muchos mis dones». 

Tiene varias manifestaciones del Corazón de Jesús, entre ellas, la que se conoce como La Revelación de La Gran Promesa, el 14 de mayo de 1733. Jesús le dice: «Reinaré en España y con más veneración que en otras partes». 

No cesa de propagar este culto. Se gana a compañeros, superiores, obispos y personas notables de la corte real. A sus compañeros jesuitas más íntimos les une en el llamado “Grupo de los Cinco” para trazar un plan, en el que el eje principal es la publicación de un libro, “Tesoro Escondido”, redactado por Juan de Loyola, pero con argumentación suya. El núcleo fundamental se encuentra en el capítulo tercero, en él se explica maravillosamente la devoción al Corazón de Jesús: «Jesús, aquel Señor infinito, Hijo del Padre Eterno, Creador de todas las cosas amó a los hombres de una forma tan encendida y vehemente que no puede explicarse con palabras, ni concebirse con el pensamiento … añadiendo a tantas muestras de amor ésta, quedándose con nosotros en el divinísimo Sacramento del altar … Herido el amantísimo Corazón de Jesús por las ingratitudes de los hombres, pide a la piedad de los fieles suavicen su dolor, recompensen sus injurias y resarzan su honra vulnerada con tan sensibles ofensas». 

Bernardo de Hoyos, un hombre sencillo, valiente, que tiene plena confianza en el Señor, no entiende la vida cristiana como el simple seguimiento de un cúmulo de normas, sino como trato amoroso con un Dios que tiene Corazón. 



Mª Isabel San José Rodríguez






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade un comentario