lunes, 21 de octubre de 2024

2024: AÑO DE LA ORACIÓN, PREPARACIÓN AL JUBILEO 2025

 2024: AÑO DE LA ORACIÓN, PREPARACIÓN AL JUBILEO 2025

El pasado 9 de mayo, el papa Francisco convocaba el Año Santo de 2025, cuyo lema es “Peregrinos de Esperanza”. Para su preparación, ha querido que el año 2024 esté dedicado a la oración. Que esta sea la brújula que nos oriente, la luz que ilumine el camino y la fuerza que nos sostenga en la peregrinación que nos conducirá a cruzar la Puerta Santa. El 21 de enero en el Ángelus exhortaba a los fieles con estas palabras: «Les pido que intensifiquen la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios […] Un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo» no



Son muchas las enseñanzas que el Papa nos ha dejado sobre la oración. La define como «un diálogo íntimo con el Creador, en el que el fiel no sólo habla a Dios, sino que aprende también a escucharlo. La oración se convierte así en el puente entre el Cielo y la Tierra, un lugar de encuentro donde el corazón del hombre y el corazón de Dios se encuentran en un diálogo de amor incesante». Por otro lado nos recuerda que «la oración abre la puerta al Espíritu Santo, el cual nos inspira a seguir adelante; descubrimos cuánto somos amados por Dios, hallazgo que nos Abre la puerta A la esperanza. Además, a través de la oración, la Palabra de Dios viene a vivir en nosotros y nosotros en ella, inspirándonos buenos propósitos y dándonos fuerza, serenidad y paz».

Teniendo en cuenta que la oración es la expresión de una necesidad profunda y natural de todo ser humano, el papa Francisco nos motiva a encontrar momentos de oración en todas las circunstancias de la vida, ya sea en las alegrías o en los desafíos. De esta forma, dependiendo de nuestro estado, la plegaria podrá ser: 

Oración de alabanza. «Te alabamos, Señor, por tu infinita bondad. En el Jubileo que nos espera, abre nuestros ojos a la belleza de tu creación, para que nuestros corazones puedan gozar en la admiración por la grandeza de tus obras».

Oración de agradecimiento. «Te agradecemos, oh, Dios, por todos los bienes y dones recibidos. En este tiempo de preparación al Jubileo, enséñanos a reconocer tu mano en todo momento de nuestra vida, acogiendo cada día como un don de tu amor y de tu misericordia».

Oración de intercesión. «Oh Padre, en tu misericordia, escucha las súplicas de tus hijos. En el camino que nos lleva al Jubileo del 2025, renueva nuestra fe y acrecienta en nosotros la esperanza y la caridad, ayudándonos a ser testigos de tu amor en el mundo».

Oración de petición. «Señor, fuente de toda sabiduría, guíanos durante este Año dedicado a la Oración en el camino que nos llevará a celebrar el próximo Jubileo. Dónanos corazones abiertos y mentes iluminadas para comprender y vivir plenamente los dones de la misericordia y del perdón».

ORACIÓN DEL JUBILEO (escrita por el papa Francisco)

Padre que estás en el cielo, / la fe que nos has donado / en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, / y la llama de caridad / infundida en nuestros corazones / por el Espíritu Santo, / despierten en nosotros / la bienaventurada esperanza / en la venida de tu Reino.

Tu gracia nos transforme / en dedicados cultivadores de las semillas / del Evangelio / que fermenten la humanidad y el cosmos, / en espera confiada / de los cielos nuevos y de la tierra nueva, / cuando vencidas las fuerzas del mal, / se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo / reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, / el anhelo de los bienes celestiales / y derrame en el mundo entero / la alegría y la paz de nuestro Redentor. / A ti, Dios bendito eternamente, / sea la alabanza y la gloria por los siglos. / Amén.

Sumerjámonos, pues, con la oración, en un diálogo continuo con el Creador, descubriendo la alegría del silencio, la paz del abandono y la fuerza de la intercesión en la comunión de los santos. De esta manera, podremos llegar con el corazón preparado para acoger los dones de la gracia y del perdón que el Jubileo nos ofrece. 



Mª Isabel San José Rodríguez


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