jueves, 22 de noviembre de 2012

El Señor Arzobispo celebra la misa en el Monasterio

El día cuatro de noviembre don Ricardo Blázquez, nos honró con su visita y asistimos a la Eucarístia que presidió acompañado por nuestro capellán, don Luis Garrido.

Su homilía nos invitó a celebrar cristianamente todos los largos años de consagración vivimos por nosotras y las hermanas que nos precedieron en fidelidad de generación en generación cantando la gloria y misericordia del Señor.

No debiamos de cansarnos de darle gracias por nuestra vocación, gracia que Dios nos ha concedido de fijarse en nosotras, por la cual debiamos de estar sumamente agradecidas, y eso por que los tiempos de crisis que corremos pueden pasarnos factura y hacer decaer nuestro ánimo llenandonos de preocupacíones, dudas, angustias y temores, que oscurezcan nuestra alegría por ser llamadas por Dios a vivir consagradas a El a su servicio.

Esta consagración requiere eso sí una unicidad y totalidad de nuestras personas, a la hora de agradecerle de glorificarle. Somos dadas por naturalezas a acomodar la vida a nuestros deseos a buscar idolos falsos y a partir nuestro corazón, este se debe entregar entero al Señor, con sencillez y humildad.

El amor es el que auténtifica nuestra vida solo el amor sirve, este amor debe estar dispuesto a entregarse a los otros. Si no somos capaces de esforzarnos ni siquiera en algo por nuestro prójimo como nos atrevemos a decir que le amamos.


Al final le ofrecimos un café nos hicimos unas fotos, y hablamos sobre monasterios y comentarios que las hermanas quisieron añadir.

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